Durante la Diada, conocí a un catalán que me dijo que lo mejor de la Mercé eran los fuegos artificiales en Montjuïc. Después de una semana de fuegos artificiales en la playa, que realmente eran de los mejores que había visto, no sabía qué esperar. Yo y mis compañeros de CASB nos subimos al metro para Plaza Espanya, y estaba super lleno de gente. 
Obviamente, muchos otros también pensaban que era un evento espectacular. Saliendo, la plaza, la calle, y las banquetas estaban lleno de gente. Unos de mis compañeros se sentaron en una banqueta para guardarnos un espacio, y yo y Giulia fuimos a comprar las necesidades para un show de pirotécnicos: cava, chorizo, y brie. La mejor parte era que cultos nos sentimos cuando supimos exactamente como abrir la botella de cava (¡gracias, CASB!).
El show fue maravilloso. Eran 30 minutos de pirotécnicos acompañados por música. Había un montón de gente y el ambiente era impresionante. Mi momento favorito fue cuando todo el mundo encendió sus cohetes al final del show. Con tanta gente, era una vista increíble.