Siempre he considerado a Julio Médem uno de los mejores realizadores españoles de los últimos años. Películas como “La ardilla roja” , “Lucía y el sexo,” “Los amantes del círculo polar,” “Caótica Ana,” son visualmente impresionantes, y tienen la capacidad de cambiar tu vida. Bueno, por lo menos tu perspectiva o manera de ver cosas. Claro, su éxito cambió a partir de “La pelota vasca,” por la que le llovieron malas críticas, pero sigue siendo un genio.
Médem es un director de una sensibilidad increible; “Habitación en Roma” es una película que va mucho más allá del sexo, habla sobre sentimientos reales, es sobre personas y para personas.
Sí, principalmente se trata sobre un rollo de una noche, pero está hecho de una forma muy artística y delicada. Hay momentos que tienes que aguantar, pero Médem ha vuelto a hacer magia. Pocos directores saben transmitir la complicidad que puede surgir entre dos personas que se acaban de conocer, la historia de como pueden llegar a cruzarse dos vidas y transformarse en pasión…
Gracias Julio Médem, no desistas nunca. Es una pena que muchos espectadores no sean capaces de verlo y que siempre surja el típico comentario de “el cine español no me gusta…”
Mi opinión:
No tengo tanta experiencia con Médem como A, aunque “Lucía y el sexo,” sí que es una de mis películas favoritas. También he visto “Los amantes del círculo polar,” y me ha encantado. Esto es decir que me gusta mucho Médem. Estaba muy emocionada para ver su última película- “Habitación en Roma,” y tenía unas expectativas bastante altas.

Me duele mucho decirlo, pero “Habitación en Roma,” es una de las peores películas que había visto en mi vida. Durante varios puntos en la película, estaba muy lista para irme del teatro.
Me encanta el concepto [dos personas que se conocen, y que se enamoran durante sólo una noche] y me encanta que las dos personas sean chicas. Me encanta que todo esto transcurra en Roma; hay unas imágenes preciosas. Pero lo bueno de esta película acaba allí. Aparte de su valor pornográfico, esta película aporta muy poco.
Básicamente, tienen sexo, una de ellas se muda a las asombras para contar un cuento trágico, echa a llorar, vuelve a la cama, la otra le acaricia y calma, y tienen sexo otra vez. Esto, más o menos, es la trama. El diálogo es tan mal, y tan absurdo que muchas veces yo quería taparme los oídos. Las actrices fueron obviamente cogidas ni por su talento ni habilidad, sino por sus cuerpos tan bonitos y pieles suaves.
Mi recomendación es ver las otras películas de Médem, y esperar que la próxima sea mejor, pero evitar “Habitación en Roma.”