Julia y yo fuimos a un restaurante que se llama “La Fonda” cerca de las Ramblas. No se puede hacer reserva allí, entonces es posible que haya que esperar. Estaba lloviendo el día que fuimos y por eso estábamos muy alegres cuando llegamos y entramos en un lugar seco y con ambiente sofisticado y los precios bajos. Aunque normalmente tiene un menú del día que parecía para 10,95 euros, fuimos a un sábado y por eso no pudimos pedirlo. A pesar de eso, los precios eran muy razonables.
 
Había mucha gente allí; aunque tiene tres pisos para sentarse, casi todas las mesas estaban ocupadas. Había gente de todas los edades – muchos jóvenes y también muchas personas más mayores. Además había una mezcla de locales y turistas.
 
Para empezar, pedimos pan con tomate, y para comer, pedí pato con manzanas salteadas y frutos secos.


Julia pidió salmón con crujiente de miel y mostaza con aguacate y tomate.

 
 
De los nombres, puedes adivinar qué ricos eran! Me gustó el mío mucho – el pato estaba bien cocinado y un poco dulce, pero me gustó. Los frutos secos cocinados en el sabor de manzana fue una combinación deliciosa también. 
 
 
Para postre, pedimos pastel de manzana sobre crema catalana. Lo mejor de todo fue que es un “ticket” restaurant – y casi no pagamos nada para un almuerzo tan delicioso!