Aunque siempre como comida asiática en casa, durante la primera mitad de mi estancia en Barcelona no la probé porque tenía miedo de que me decepcionara. Cuando mi amiga me recomendó un restaurante japonés que le gustó, fui precavida porque no sabía la calidad del restaurante.

Pero estaba equivocada porque Miu me enamoró desde el primer momento que entré. Aunque mi amiga hizo una reserva para nosotras cuatro, no fue necesario porque el restaurante es muy grande y tiene muchas mesas. Me encantó la decoración del comedor, con una parte moderna y otra parte japonés tradicional con farolillos de papel de arroz encima de cada mesa y grabados de plancha xilográfica. 
 
Nuestro camarero era muy amable y listo. Pudo enumerar todos los ingrediantes de nuestros rollos de sushi mientras los pedimos y bromeó con que nos cobraría por nuestro wasabi extra. Asimismo, nos trajo un extra de trufa para que pudiéramos compartir nuestro postre más facilmente. 

Y la comida fue fenomenal. Pedimos una tempura de verdura que consistió en zanahoria, calabacín y cebolla frita, y edamame de aperitivo. Después compartimos cuatro rollos: un shake avocado uramaki (rollo de salmón y aguacate), un rollo de California (rollo de cangrejo, pepino y aguacate), un rollo de spicy tuna y un dragón uramaki. Todos estuvieron buenos pero mi preferido fue el dragon uramaki. Para el postre comimos unas trufas de sésamo y té verde y un pastel de chocolate blanco. 

 
Me encantó cada uno de los platos y no veo la hora de regresar. Les recomiendo para cualquier ocasión, desde una cita romántica con un chico guapo de tu clase de literatura hasta un almuerzo divertido con todos tus amigos. 
 
Valencia, 249 (esquina con Passeig de Gracia)