Después de comer tantas patatas bravas y croquetas, para mi cumpleaños, quería comer algo diferente. Y mi cocina favorita es Thai. Por eso, busqué uno en el Internet y decidí ir allá con un amigo que me estaba visitando. Se llama “Thai Garden” y está localizada cerca de Passeig de Grácia en Carrer de la Diputació, 273 08007 Barcelona.

Cuando entramos, me quedé impresionada porque había una estatua gigante de Buddha y el ambiente era muy asiático. Después de recibirnos, los camareros nos preguntaron si preferíamos sentarnos en mesas normales o en el suelo. Decidimos sentarnos en el suelo para sentirnos más autenticos y además porque era más interesante. Pero no era como lo  imaginamos porque, aunque parecía que estábamos sentados en un almohadón en el suelo, de verdad había un agujero debajo de la mesa y era tan cómodo como un asiento normal.

No había mucha gente en el restaurante, aunque fuimos a las 21:30. Pienso que es porque era un martes. Además todas las otras personas nos parecían mucho más mayores.

Para comer, nosotros dos supimos lo que queríamos antes de entrar. Pedimos un Pad Thai para compartir y también un aperitivo de gambas fritas con una salsa de cacahuetes. Además, aunque no lo probamos, había muchas opciones de platos principales con varios tipos de marisco, pollo, y carne. Como se puede ver, un Pad Thai fue suficiente para dos personas. Teníamos que pedir más cacahuetes laminados porque fue la mejor parte de Pad Thai. Toda la comida estaba muy bien hecha, y especialmente porque estaba comiendo comida Thai después de tantos meses, me gustaba muchísimo.

 

Para postre, pedimos arroz pegajoso con mango (“sticky rice with mango”) que es mi postre favorito. Creo que era la versión más rica de esto que he comido, porque el arroz y el mango estaban perfectamente dulces. Pero, cuando preguntamos para la cuenta, nos sorprendió el precio de la postre; casi era lo mismo que el Pad Thai! Lo recomiendo a cualquier persona que le gusta la comida Thai.