Mordisco es perfecto para un almuerzo informal cuando hace frío afuera pero todavía quieres la sensación de sentarte afuera. Lo di con este restaurante una tarde lluviosa rumbo a CASB. Tenía mucha hambre pero no tuve tiempo a regresar a cocinar. Quise algo sencillo y fresco, y Mordisco me proveyó de la experiencia perfecta.
Es un sitio iluminado con luz natural con el ambiente chic-rústico. El frente del restaurante es más semejante a un mercadito vendiendo productos frescos que los usan en la cocina propia del restaurante. En el medio del restaurante hay mesas con bancos y almohadas. Al fondo del restaurante hay una terraza interior donde el sol entraba al raudales por las ventanas. A pesar de la lluvia afuera, sentí que era un día soleado durante la primavera.
La comida es un poco cara, con los entrantes alrededor de 10 euros y los platos alrededor de 12-15 euros, pero cada plato es hecho de los ingredientes de buen calidad. Probé la ensalada verde con brie frito y rissoto de setas. La ensalada verde era rica, pero aparte del brie frito, no era nada especial. El brie frito, en el otro lado, era muy interesante, especialmente el contraste entre el exterior crujiente y el interior cremoso. Pero el risotto era increíble. El arroz era infundido del sabor de las setas y con cada mordisco sentí que hubo una explosión de sabor en la boca.
¡El sitio molaba mucho y me gustaría regresar otra vez para un almuerzo en el futuro!
Mordisco
Pasaje de la Concepción, 5