El once de septiembre, el Ballet Nacional de Cuba presentó “El lago de los cisnes,” la obra más reconocida del repertorio del ballet clásico. La versión del Ballet Nacional fue dirigida por Alicia Alonso, una leyenda en el mundo de la danza, y la única bailarina latina con el título de prima ballerina assoluta. Su versión de este clásico es diferente, ya que los dos personajes principales terminan casándose en una celebración grandiosa; la versión original termina en tragedia. Los bailarines cubanos mostraban técnica y destreza universal; su expresión artística transmitió la trama clásica de amor, engaño y perseverancia.
El Ballet Nacional de Cuba ha superado una multitud de crisis económicas y políticas nacionales y, como los amantes en el fin de “El lago de los cisnes,” ha triunfado. Como forma de arte, el ballet clásico vence la opresión, la dureza, y las líneas nacionales, y transmite un mensaje humano y universal. Fuera del teatro, la gente de Barcelona celebraba su cultura con la conmemoración de la independencia catalana; dentro del teatro, los bailarines y su audiencia celebraban el progreso de la cultura mundial y el triunfo del Ballet Nacional a pesar de las dificultades a las que se ha enfrentado.