La mayoría de los edificios de Gaudí están ubicados en el barrio llamado L’Eixample. Por dos semanas antes del Despertar de Casa Battló (el 20 y 21 de octubre), se podían ver señales publicitando el evento en las calles de este barrio. Para celebrar los 10 años que hace que está abierto al público este edificio, se organizó El Despertar de Casa Battló, un espectáculo audiovisual sobre la fachada del famoso edificio. La intención de la exposición era dar vida a todas las interpretaciones de la fachada notable y chocante. La interpretación más famosa es que el tejado es el cuerpo del dragón de Sant Jordí y la torre es la lanza del patrono de la ciudad, matando el dragón. Otra interpretación es que los balcones son máscaras de la Carnaval. También hay otras interpretaciones más oscuras que creen que la fachada tiene huesos o muestra criaturas de la noche como murciélagos. Era muy emocionante ver este espectáculo después de escuchar sobre una exposición similar sobre La Sagrada Familia, la famosa catedral de Gaudí, durante las celebraciones de La Mercé en Septiembre.
 
Pero antes de ver el espectáculo, fuimos a cenar muy cerca de la Casa Battló. El edificio de Gaudí está en Passeig de Gracia, una avenida de mucho movimiento, pues fuimos a otra avenida muy cerca, La Rambla de Catalunya, para buscar un restaurante para sentarnos afuera durante este noche calma. Nos sentamos en La Cerveseria d’Or porque tenía una gran variedad de tapas y platos combinados. No era un restaurante fantástico pero disfrutamos de un plato con muchos tipos de tapas, como en la foto. También, probamos pulpo porque me parece muy raro. Aunque no había comido pulpo antes de venir a España, he visto pulpo en casi todos los restaurantes y ahora sé que ‘pulpo a la gallega’ es una tapa muy común.
 
Finalmente, llenos de tapas, regresamos a la Casa Battló para ver la fachada. Como llegamos unos minutos temprano, la calle estaba atestada de gente del último espectáculo (había uno cada treinta minutos). Después de que la gente saliera, adelantamos para una vista mejor. En realidad, era exactamente lo que dice, un espectáculo. Los efectos especiales eran fantásticos, y a veces me parecía que el edificio estaba transformando en frente de nuestros ojos. Reconocí las interpretaciones de la fachada, incluso la batalla entre Sant Jordi y el dragón, las máscaras, los murciélagos y los huesos. No quería que terminara el espectáculo. Esta noche fue una de mis favoritas en mis dos meses aquí en Barcelona.