La manera que aprendí de este restaurante es muy curioso. Una tarde, mi amiga que estuvo visitando de Madrid y yo estábamos paseando por Gràcia cuando decidimos entrar en una tienda de chuches. Cuando estábamos pagando por nuestros dulces, el cajero empezó una conversación con nosotras. Hablamos sobre muchas temas diferentes, pero uno de los más importantes fue el de un restaurante catalan que nos recomendó. Se llama El Mussol, y está en varios sitios de Barcelona, pero según nuestro cajero, el mejor está ubicado en L’Eixample, cerca de la parada de Metro Diagonal. 

 
Cuando fuimos durante la noche, nos gustó el restaurante inmediatemente. El interior del restaurante es muy amplio y bien iluminado con decoraciones de madera que dan al restaurante un ambiente rústico. El restaurante es perfecto para una cena con la familia entera porque los camareros son muy amables y la carta tiene opciones para todos. 
 
Para empezar una comida catalana tradicional, por supuesto necesitamos pedir pa amb tomaquet. Las porciones eran muy grande y llevaban salsa romesco. Luego, comimos un aperitivo de una selección variada de quesos que incluyó dos tipos de manchego, brie, queso de cabra y un queso azul. Era un plato perfecto porque satisfizo todos los gustos, desde el gusto de mi amiga, que solía no comer mucho queso y preferío un queso más ligero, como el manchego semicurado, hasta mi gusto, que es para algo más fuerte, como el queso azul. Para mi plato entrante, comí escalope de ternera con papas asadas y setas. Mi amiga pidió un muslo de pollo al horno con papas y setas. Las dos carnes eran jugosas. Compartimos una jarra de sangria que no solo estaba rica sino que también era muy barata. 
 
Los precios del restaurante son muy razonables y puedes pedir de dos a tres platos por cada persona sin gastar los ahorros. Se lo recomiendo a la gente que quiera probar la comida tradicional de Cataluña. 

 
Av. Diagonal, 488