El MicroTeatro por Dinero, un teatro experimental en Madrid, ha aceptado con humor su herencia de una institución que se conocía como un casa de placeres ilícitos. Hasta el mismo nombre del teatro, un nombre que significa un intercambio brusco y mutualmente explosivo, enlaza al MicroTeatro y su predecesor. Sin embargo, el MicroTeatro sirve a un placer un poco más sofisticado, es decir, un placer al cual se puede traer a la esposa y hasta la madre.
El MicroTeatro por Dinero ofrece obras todos los días de la semana. Funciona como una casa de placeres en la que eliges entre varias obras, designadas por un número de sala. Cuando es tu turno de ver la obra, bajas la escalera y te metes en la habitación de tu gusto.
Ubicado en una callecita cerca de la Plaza de la Luna y justamente por encima de Gran Vía (en esa zona que no es propiamente Chueca ni el centro), el MicroTeatro desde el exterior se distingue por la gente amable que está afuera del bar. Hay gente de una variedad de edades (principalmente de esa edad ambigua de los que tienen treinta y pico). Cuando se entra al MicroTeatro, se ve en el primer piso poco más que un bar típico, más bien, un bar con demasiada gente. Hay cócteles y tal. Buen Ambiente.
Sin embargo, un rasgo único es la presencia de una tele enorme colgada sobre el pasillo. La tele muestra las horas en las que se representan las obras en cada una de las cuatro salas. Supongo que, en sus comienzos, estas salas se distinguían por el tipo de fetiche que servían. Hoy, en cambio, son el lugar de cuatro obras distintas. Cada obra se repite cuatro veces a lo largo de la noche. Las representaciones suelen durar no más que veinte minutos. Generalmente son comedias de estilo refinado y atinado (no de estilo slapstick ni nada así). Sin embargo, hay algunos dramas (para mi estos son los mejores).
Claro, las habitaciones que alojan las obras son del tamaño de armarios. No hay nada de escena. De hecho los asientos para el público son frecuentemente una parte de la mise-en-scène. Una obra que tuvo lugar en un café hizo que el público fuera los otros actores. En una de las obras que vi, cuando los dos actores (casi siempre hay dos) empezaron a ponerse románticos, pude oler la respiración del cálido beso.
Cada obra vale 4 euros por persona. Sí, son cortas pero la idea es que veas una o dos y luego te quedes por el teatro bebiendo unos cócteles. Es materia tremenda para una primera cita. De hecho, si viviera en Madrid dudo que hubiera salido a cualquier otro tipo de cita.
Las representaciones de los fines de semana empiezan a las 23:30. Sin embargo, y esto es importantísimo, disponen de billetes una hora antes de la primera obra. Ya que el MicroTeatro es bien popular, hay que llegar puntualmente si tienes intenciones de asistir a la misma obra que la de tu querida. Sé flexible. Es probable que no podáis asistir a la obra que deseabais o a la hora que queríais.
Al final, el MicroTeatro es un fenómeno muy divertido y una manera genial para pasar esas horas entre la cena, los primeros cócteles, y el comienzo de la noche madrileña. Vete directamente a Malasaña después. Con esta nochaza, te quedarás enamorado de Madrid seguro.