Mordisco es perfecto para un almuerzo informal cuando hace frío afuera pero todavía quieres la sensación de sentarte afuera. Lo di con este restaurante una tarde lluviosa rumbo a CASB. Tenía mucha hambre pero no tuve tiempo a regresar a cocinar. Quise algo sencillo y fresco, y Mordisco me proveyó de la experiencia perfecta.
Es un sitio iluminado con luz natural con el ambiente chic-rústico. El frente del restaurante es más semejante a un mercadito vendiendo productos frescos que los usan en la cocina propia del restaurante. En el medio del restaurante hay mesas con bancos y almohadas. Al fondo del restaurante hay una terraza interior donde el sol entraba al raudales por las ventanas. A pesar de la lluvia afuera, sentí que era un día soleado durante la primavera.

¡El sitio molaba mucho y me gustaría regresar otra vez para un almuerzo en el futuro!
Mordisco
Pasaje de la Concepción, 5