Generalmente, cuando se piensa en España, se piensa en un país rico en historia y arte. La gente siempre se viste de moda y siempre se puede encontrar una playa para broncearse y relajarse. Dentro del país hay castillos y campos, y obviamente la ciudad más grande es Madrid. Lo que muchos turistas y extranjeros no entienden es el norte de España. Aquí se encuentra los Pirineos, las montañas con árboles de hoja caduca y picos de la nieve.

Cuando el grupo de CASB fue al Valle de Boí, pensamos que no era España, sino las montañas de Suiza. Nos conducimos por calles que zigzagueaban alrededor de cada montaña y si el conductor del autobús no hubiera tenido cuidado, hubieramos caído en nuestra muerte. Este no era el caso y damos las gracias al hombre que navegó sin problema

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Durante la noche en los Pirineos, se pueden oír los ríos que corren entre algunos valles y también se nota el viento silbando. Para el grupo, era una cita maravillosa con la Madre de la Naturaleza. No podríamos imagina un lugar mejor para las iglesias que visitamos.

Ya hace semanas y semanas que estamos estudiando el arte románico, y cada clase, cada sesión informativa, y cada recorrido turístico muestra la misma imagen del famoso Pantocrátor. Y sí, hemos visto el verdadero mural en el MNAC, pero queremos la experencia auténtica.
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Os presento la Iglesia de San Clemente de Tahull (en catalán, Sant Climent de Taüll). La iglesia fue consagrada en 1123, y en 2000 la Unesco declaró al conjunto románico de la Vall de Boí Patrimonio de la Humanidad. El exterior es del simple estilo lombardo, pero dentro, en el ábside central, le espera El Pantocrátor. Sí, aquí es sólo una copia, pero con los colores brillantes, la bendición en su mano derecha, y sobre todo, la contextualización de su poderoso, “Ego sum lux mundi,” (“Yo soy la luz del mundo”) ahora entiende la representada jerarquía y el fuerte mensaje de la Iglesia en aquella época. Por si todo esto fuera poco, puede subir a la torre campanario y tomar unos minutos para reflexionar sobre las preciosas vistas en el pequeño, pero pintoresco cementerio. ¿Qué divertido es aprender, no?


Justo al lado del centro de la ciudad de Seu D’Urgell, la catedral de Santa María de Urgell es un ejemplo muy elaborado de lo románico catalán, como se puede ver con sus paredes gruesas y arcos ciegos- que quiere decir que no hay nada detrás de ellos. Debido a la historia de la región, como una frontera entre el imperio cristiano en el norte, y el musulmán al sur, Catalunya, y específicamente la región pirenaica posee una arquitectura singular. Este estilo viene de influencias de la europea cristiana, que usó los condados catalanes para bloquear el avance de los árabes. Por eso, se puede ver influencias italianas, tanto como las características típicas de la arquitectura románica catalana.